martes, 13 de enero de 2009

El Hombre Perseguido por un Ovni: Yo fui un adolescente abducido

Hace unos cuantos años escribí un corto que se llamaba “Yo fui un adolescente abducido”. La idea venia a ser algo así como una parodia de las películas de abducciones extraterrestres y trataba sobre un joven que cada vez que estaba a punto de perder su virginidad era abducido por extraterrestres. Evidentemente estos nunca se llegaban a mostrar y además nunca conseguí terminar de rodar el corto por temas que no vienen a cuento. Por suerte Juan Carlos Olaria si pudo terminar su película sobre secuestros extraterrestres. No escuche hablar de “Hombre perseguido por un O.V.N.I., El” hasta el año pasado en la que nuestro colaborador Victor Matellano en un articulo sobre Extraterrestres en la filmografía española, señalaba este curioso y desconocido titulo (mas información aquí). Y mira que casualidad que unos meses después la distribuidora L’atelier 13 (especializada en Ciencia Ficción y Terror de los 30-50’s) saca una maravillosa edición para que los mortales podamos ver esta joya oculta que no tiene desperdicio alguno.
¿Quien dijo que veia platillos volantes por todas partes?
A diferencia de un servidor Juan Carlos Olaria peleo durante 4 largos años para hacer posible llegar a la pantalla su película. Durante unos años especialmente difíciles (72-76) para hacer ese tipo de cine en este pais. Aunque el mundo (y España también) vivían envueltos en una paranoia permanentemente en la que el miedo a una guerra nuclear y los avistamientos de Ovnis eran el pan nuestro de cada día. De esta psicosis colectiva se hace eco Olaria en su película en la que como muy bien su titulo indica un hombre es perseguido sin tregua por un Objeto Volador No Identificado. El hecho de ser la única película española de este tipo ya la convertirían en una película de culto inmediatamente pero sus virtudes son muchas.
Alien llama a la puerta.
Mezclar erotismo y Ciencia Ficción, jaleo asegurado. Quizás porque la película vio la luz en plena epoca del destape español podriamos entender esas pinceladas de erotismo y los desnudos que adornan la cinta de Olaria. Lo cierto es que vista hoy, el erotismo es tan solo una mas de las extravagancias de las que hace gala la película. Porque hay que decirlo alto y claro (desde el respeto y el cariño): Hacia tiempo que no me carcajeaba tanto viendo una buena/mala película. He leído por ahí que Juan Carlos Olaria es el Ed Wood español y no puedo estar en más desacuerdo. Es cierto que comparten ciertos lugares comunes: Paupérrimos presupuestos (por no decir inexistentes), gusto por la ciencia ficción y el terror, amor por el cine aunque las circunstancias esten en su contra… pero donde Ed wood aburre, Olaria entretiene. Donde Ed Wood utilizo tapacubos para crear sus platillos volantes, Olaria parece utilizar los platillos metalicos de una fiambrera. Por supuesto aquí veréis fallos de iluminación, saltos de eje, fallos de raccord, diálogos increíblemente absurdos, efectos especiales lamentables (sin embargo muy simpáticos) pero también cierta tensión en la construcción del relato, un ritmo muy ágil y una ambición en lo que se cuenta resuelto con menos vergüenza que medios.
¿Para que desintegrar un coche cuando podemos empujarlo por un barranco, luego llevarnoslo en nuestra nave y lanzarlo al espacio?
No puedo dejar de resaltar esa tremenda secuencia en la que los extraterrestres (unos tipos que visten con casco y mascara de papel albal) se quieren deshacer del coche del protagonista y no se les ocurre otra cosa que quitar el freno del mano del coche y empujarlo entre cuatro aliens hasta despeñarlo por un barranco. Es difícil superar una escena tan grande pero hay otras, no os preocupéis. Por desgracia Olaria nunca llego a estrenar su segunda película de 1982 por voluntad propia del propio realizador. Desde aquí animo a L’atelier 13 a que edite esa película. Y a los que no hayan visto “El Hombre perseguido por un OVNI” que lo hagan sin tardar mas si puede ser en compañía y con un buen tanque de palomitas y cervezas (o cocacolas para los abstemios), mejor.