Aunque él nunca se ha considerado un gran fan del cine de terror y es un hombre de esa generación de directores que se consideran así mismos artesanos, enamorados del cine, podemos afirmar que con tan solo cinco títulos de género en su haber son suficientes para otorgarle dicho titulo de maestro del terror.
Cuando hablamos de cine fantástico y de terror (o Fantaterror, etiqueta con la que se conoce a dicho cine desde finales de los60 a principios de los 80) rápidamente salen los nombres de Paul Naschy, Jesús Franco o Narciso Ibáñez Serrador como grandes representantes. Si rascamos un poco más probablemente oigamos los nombres de Armando de Osorio, Leon Klimovsky o Jorge Grau, pero pocas veces se menciona el nombre de Eugenio Martín. Con casi 30 películas en su filmografía a Martín casi siempre se le recuerda por una sola película “Pánico en el Transiberiano”. Vamos a intentar solventar ese “error historico”.
Cuando hablamos de cine fantástico y de terror (o Fantaterror, etiqueta con la que se conoce a dicho cine desde finales de los
Eugenio Martín nace en 1925 en Granada y comienza su carrera como documentalista aunque pronto se pasa a la ficción. Después de haber rodado una ignota película de Ciencia Ficción allá por el 62, “Hipnosis”, tenido que dirigir otro tipo de películas de terror como “La Vida Sigue Igual” y “ Las Leandras” con dos monstruos como Julio Iglesias y Rocío Dúrcal (esto lo digo sin ningún tipo de maldad sino con admiración sincera), y dirigir algún spaghetti-western digno de mención “Bad Man's River” y sobre todo la muy apreciable "El Precio de un Hombre", Martin aborda su primera película de genero:
Aunque si bien no se trata de una película de terror plenamente dicho, es más bien un thriller muy Hitchcockiano con elementos de Giallo, cabe destacar esta primera aproximación por su cuidado estilo, del que hará gala en sus siguientes cintas. El actor britanico de culto Michael Craig era una especie de Barbazul él cual tras una larga escena de juicio por asesinato de sus tres anteriores esposas se vera perseguido por un inspector de Scotland yard: nada más y nada menos que un José Luis López Vázquez responsable de gran parte del humor que destila la película. Además una Carroll Baker todavía sexy se cruzara en el camino de este coleccionista de esposas con misteriosas intenciones.
Esta es la película de mayor éxito internacional del director granadino y por la que hoy todavía se le recuerda. Rodada en coproducción con Inglaterra, Martín tuvo el lujo de contar con dos actores de la talla de Christopher Lee y Peter Cushing en esta historia mezcla de terror y ciencia ficción deudora de la Hammer y que a pesar de sus limitaciones presupuestarias no deja de ser una excelente muestra de genero. El granadino siempre recuerda cada vez que tiene que hablar de la película como le gustaba a Christopher Lee jugar con las maquetitas del tren, que son más que apreciables en varias secuencias de la película. Extraterrestres de hace dos millones de años que absorbe cerebros, Telly Savalas de bandido cosaco, recuerdos de dinosaurios, Silvia Tortosa de condesa sexy (“He oido hablar de la evolución, es inmoral”), unos cuantos asesinatos, Lee y Cushing trabajando mano a mano y hasta Helga Line como damisela en apuros hacen de “Pánico en el Transiberiano” un coctel de puro entretenimiento.
“Pánico en el Transiberiano” es su película más conocida pero no la mejor, para hablar de la mejor tendremos que referirnos a otra película rodada el mismo año. Aquí nos encontramos a un Eugenio Martín en estado de gracia, haciendo terror como él entendía que tenia que ser el terror en España “de hacha y cuchillo”. "Una vela para el diablo" es una de las mejores aproximaciones a la España Profunda y su crónica negra que se hayan dado. El argumento es muy sencillo y a la vez muy eficaz por la contundencia con la que esta rodada. Unas estupendas Aurora Bautista y Esperanza Roy son las dos hermanas fanáticas religiosas que regentan una pensión para turistas. El destino o la mano de Dios hace que se crucen en su camino varias ovejas descarriadas, en forma de jóvenes y despreocupadas turistas inglesas, a las que acabaran dando matarile. De una modernidad y brutalidad impensable para la época (no se como se las apañaron para pasar la censura franquista) ya que aparte de los sangrientos asesinatos, muy realistas y nada complacientes, hay un desfile de desnudos muy considerables. "Una vela para el diablo" es una joya que no debe dejar pasar ningún aficionado al cine de terror.
“Aquella casa en las afueras” (1980)
El retorno al género de Martín en los 80 da como resultado una de esas películas imperfectas que son perfectas. El propio director reniega de esta cinta* que a un servidor le parece de lo mejor rodado en este país. Quizás no esta a la altura de "Una vela para el diablo" porque no tiene el nervio de esta pero lo compensa con una atmósfera, una ambientación y un mal rollo fuera de serie. ¿Por qué digo que es imperfecta? Porque lo es, el primer asesinato no sucede hasta bien pasada la hora de película hasta entonces no ha pasado nada antes: pistas, indicios, ambientación pero nada sólido realmente. No importa, si uno se mete en la película podra disfrutarla e incluso llegar a pasar miedo si se olvida de las formulas habituales de que todo tiene que estar planteado entre el minuto 20 al 25. Un matrimonio se muda a una casa en las afueras, ( Javier Escrivá y Silvia Aguilar) ella esta embarazada. La casa esta cuidada por una intrigante criada, una genial Alida Valli que pone los pelos de punta, que vive en el piso superior de la casa. Pronto empiezan a suceder extraños acontecimientos relacionados con la casa y el pasado de la protagonista que no voy a desvelar obviamente. Por alli se pasea tambien una joven Carmen Maura en forma de asistente social entrometida. Todo desemboca en un final contundente y que no defraudara a aquellos que han aguardado pacientemente la resolución del misterio.
*El hecho de tratar un tema como el aborto de una manera más que dudosa hizo que se enfrentaran director y guionistas (uno de ellos es Manuel Summers, por cierto al que nadie se le imagina ni de cerca en una película de terror) hasta el punto de que el director tuvo que meter algo de mano para que no resultara un panfleto."Sobrenatural" (1983)
“Sobrenatural“ nace como una clara exploitation de “El Ente” y por desgracia se queda en poco más. Una pena que esta sea su ultima peli de terror. Cristina Galbó es acosada por el fantasma de su marido maltratador. Intenta protegerla un poco convincente Máximo Valverde. Aún así tiene sus buenos m0mentos entre los que destaca una tremenda escena en la que la criada de la casa es atacada por diversos artefactos de la cocina y en especial por un cuchillo eléctrico que cobra vida propia. Recomendada para los fans de pelis de fantasmitas.
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